La gestión de una empresa familiar presenta múltiples desafíos, especialmente cuando se trata de separar los roles de gestión y propiedad. Estos son algunos de los problemas más comunes:
1.Ausencia de separación entre lo familiar, personal y profesional: puede llegar a comprometer la toma de decisiones y generar graves conflictos internos.
2.Dificultad para discernir entre el rol de gestión y el de propiedad: combinar la posición que otorga ser el dueño de la compañía con el desarrollo de ciertas tareas de gestión, puede desencadenar en un claro conflicto de intereses. ¿Cómo evitar que los intereses familiares prevalezcan sobre los intereses de la compañía?
3.Gestión de la sucesión empresarial: un plan que, de no realizarse con la suficiente antelación, desencadenará en un conflicto familiar que dejará a la compañía sin un relevo con plenas garantías y que garantice su continuidad.